En entradas anteriores al blog hemos hablado de la importante labor que desempeñan los murciélagos en el control biológico de plagas. Estos pequeños animales, controlan las poblaciones de aquellas especies de insectos que nos generan problemas, como pueden ser los mosquitos de las zonas húmedas o las plagas hortícolas o forestales. En esta entrada al blog, os indicaremos cómo favorecer su presencia, qué modelos de cajas nido podemos utilizar, cómo colocarlas y cómo hacer su seguimiento.
¿Cómo favorecer la presencia de murciélagos cerca de mi casa/huerto?
Como todas las especies, los murciélagos tienen sus necesidades y requerimientos. Hay cosas que les gustan y cosas que no, aunque no sean las mismas para todos. En términos generales, necesitan estar cerca de lugares donde poder beber, como ríos, lagunas o estanques. Salvo a los grandes voladores (que cazan a muchos metros de altura), al resto de especies les agrada la presencia de árboles y arbustos, puesto que les ofrecen lugares de caza y les dan cierta protección frente a sus depredadores. Y a pesar de la creencia general, no les gusta la luz de la luminaria urbana, aunque bien es cierto que unas pocas especies (las más comunes y generalistas), cazan habitualmente en la zona iluminada de las farolas. Este aspecto de la luz es fundamental, pues será determinante a la hora de aceptar o rechazar un refugio, especialmente si le da la luz directa o está muy próximo a una fuente de iluminación.
¿Qué modelo de caja refugio me conviene más?
Tal y como os contamos en la entrada sobre “aliados en la noche”, los murciélagos se agrupan en cavernícolas (viven en cuevas), forestales (viven en zonas arboladas) y fisurícolas (usan grietas y fisuras en edificios, árboles y roquedos). De todos ellos, los forestales y los fisurícolas son los que usan cajas nido, así que nuestras acciones estarán enfocadas en ellos.
En función del momento del año, los murciélagos necesitan refugios diferentes, buscando espacios más amplios para las colonias de cría de verano, o los grupos de reproducción de otoño. El resto del año, buscarán refugios más ajustados, donde se reduzca al máximo la perdida de calor (aspecto importante en animales tan pequeños). Es por esto, que podemos encontrar a muchos de ellos en grietas, donde apenas parece haber espacio suficiente para ellos.
En este sentido, existen modelos de cajas para fisurícolas, con varias cámaras para ofrecer un mayor abanico de opciones a diferentes especies. Estos refugios suelen ser planos y rectangulares, con dos o tres cámaras unidas internamente para facilitar el tránsito por el interior. También existen modelos pensados para acoger un gran número de individuos; los llamados “hoteles de murciélagos”, aunque estos modelos sólo se recomiendan para entornos forestales próximos a masas de agua.
¿Cómo coloco la caja nido?
Los modelos más sencillos, se pueden fijar tanto a una pared como a un tronco o poste de madera. La orientación de la caja también tendrá un papel importante en la ocupación de la caja. En climas con veranos cálidos, intentaremos colocar las cajas hacia el este, de tal manera que se calienten por la mañana con la luz del sol, pero se evite la insolación directa del medio día y primeras horas de la tarde. Otra opción puede ser el sureste y el oeste. Evitaremos las exposiciones directas a sur y norte. Si la caja está cubierta por algún alero de tejado, o está muy protegida por la copa de los árboles, la orientación tiene menos importancia, pues al estar a la sombra durante todo el día, los cambios de temperatura que se sucedan en el interior, serán menores.
La altura también es importante: por un lado, ha de ser lo suficientemente alta como para permitir la entrada de los murciélagos en una típica trayectoria ascendente (o descendente en el caso de la salida del refugio). Para esto, la altura mínima recomendada es de 3 m. En cuanto al máximo de altura, el único condicionante es que seamos capaces de colocarla con comodidad (y seguridad) y que nos permita acceder a ella para poder revisarla o sustituirla, en el caso de que sea necesaria. Normalmente, la altura máxima para cajas que han de ser revisadas, son 5 m.
También es muy importante que no existan obstáculos en el espacio aéreo próximo a la caja. En este sentido, eliminaremos o evitaremos colocar la caja en árboles que tengan ramas por debajo de la entrada a la caja, puesto que estas ramas terminarán por dificultar y tapar el acceso.
¿Qué tengo que hacer después de colocar la caja?
Si nuestro propósito es saber si nuestra caja está siendo usada, necesitaremos poder revisar su interior o, al menos, saber qué indicios nos indican que está siendo habitada. Si la colocamos en una fachada, tronco de árbol o poste de madera, podremos revisar el interior desde abajo, usando una linterna potente. Así, no molestaremos a los individuos que estén descansando en su interior.
También podemos buscar excrementos debajo de la caja. Estos restos se parecen mucho a los excrementos de ratón, son oscuros y cilíndricos, de 1-2 mm de grosos y 0,5-1,5 cm de longitud (en función de la especie). A diferencia de los excrementos de ratón, el guano de murciélago se deshace con mucha facilidad. Otros indicios de presencia, como los restos de orina, también nos ayudan a conocer el uso de los refugios, pues se llega a ver zonas oscurecidas o amarillentas en las entradas de las cajas.
Esperamos que, con estos consejos, os animéis a colocar refugios en vuestro entorno, tanto en zonas urbanas como ajardinadas, donde estos pequeños animales desarrollarán su labor de controladores naturales de insectos.