A lo largo de este verano, hemos colocado varias cajas nido para dos especies de aves trogloditas, el torcecuello euroasiático (Jynx torquilla) y los estorninos (Sturnus sp.). Las cajas tienen un diámetro de entrada superior a los 40 mm y sobresale unos 5 cm de la cámara de cría, dándole un aspecto diferente a la caja rectangular que se utiliza para la mayoría de las especies de aves.
Las dos especies de estorninos que podemos ver en el península ibérica de manera habitual son el estornino negro (Sturnus unicolor), ave residente y reproductora en casi toda la península ibérica (excepto Cordillera Cantábrica y Pirineos), localizable en la mayoría de los hábitats peninsulares y el estornino pinto (Sturnus vulgaris), ave principalmente invernante. El estornino negro se identifica por su plumaje negro, con brillos verdes y púrpuras, carente de motas claras. El pico es de color amarillo y se caracteriza por imitar el canto de otras aves, como el canto del cernícalo vulgar o el canto de la oropéndola europea. En zonas urbanas, se los observa frecuentemente posados en las antenas parabólicas sobre los tejados de edificios, andando y alimentándose en los jardines recién regados y en invierno formando grandes bandos y dormideros junto con el estornino pinto.
Para describir al siguiente ocupante de este modelo de caja nido, dejamos este vídeo (pinchar aquí). Como lo define Felix Rodriguez de la Fuente, el torcecuello euroasiático «es el más exótico de los componentes del grupo de los piciformes«, «primitivo y migrador«, «tiene la costumbre de mover el cuello y retorcerlo cuando se siente en peligro«.
«¿Por qué encresta las plumas de la cabeza y mueve el cuello de una manera reptiliana?» Os invitamos a ver, y para muchos y muchas recordar las imágenes de la serie El Hombre y la Tierra. Un fragmento de apenas cinco minutos, del capitulo dedicado a los pájaros carpinteros, cuyas imágenes del turón y el torcecuellos nos vienen a la cabeza cuando observamos a esta singular avecilla.