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Aunque llevamos casi un mes de otoño, la sensación es de verano, principalmente por las temperaturas mínimas tan altas de hasta 16 grados. Las hojas empiezan a amarillear y los bosques de hayas y robles empiezan a tener pequeñas pinceladas otoñales. Época de abundancia en el bosque, donde muchas especies aprovechan esta temporada para almacenar alimento para el invierno que viene (si viene…).
Las migraciones de las aves empezaron a mediados de julio con los tempraneros milanos negros y durante este mes, miles y miles de palomas torcaces y zuritas sobrevuelan nuestros montes en grandes bandos hacia el sur. Los milanos reales también comienzan su viaje al sur de Europa y esperamos con cierta inquietud a las grullas, que pronto las escucharemos y localizaremos con sus inconfundibles bandos en V. El otoño avanza y con él las aves. Muchas avecillas se quedarán con nosotros y nosotras este invierno. Desde Aterpeak realizamos diferentes modelos de comederos para aves silvestres (pinchar aquí), que atraen a diferentes especies de aves para poder ser observadas con tranquilidad, principalmente durante el invierno, cuando el alimento escasea.
En Aterpeak, también realizamos observatorios y miradores de aves, que en zonas forestales funcionan muy bien si colocamos comederos cerca, ya que atraen a las aves que se están moviendo por los estratos más altos del bosque. Durante estos días hemos podido observar y fotografiar diferentes especies de aves que acuden a los comederos a alimentarse, desde la tranquilidad que te da un mirador a la hora de no ser visto y no molestar a las aves mientras se mueven tan cerca de nosotros y nosotras.
