LIRÓN GRIS EN EL VALLE DE ARANGUREN

En la Comunidad Foral de Navarra se pueden encontrar 23 especies de roedores, de los cuales dos son conocidos comúnmente como muxar o muxarras: los lirones. Estas dos especies se diferencian fácilmente, siendo el lirón careto (Eliomys quiercinus) de manto rojizo y con un distintivo antifaz negro en los ojos, y el lirón gris (Glis glis) de manto gris y con la parte inferior del cuerpo blanca. En el caso del lirón careto, su cola alargada termina en un penacho de pelo oscuro, mientras que en el lirón gris, la cola ancha recuerda más a la de una ardilla.

Ambas especies son muy arborícolas y se alimentan de hojas, yemas, cortezas y bayas, aunque el consumo de insectos y otros pequeños animales no es algo raro en su dieta. Pero en otoño, los lirones se vuelven grandes consumidores de frutos y semillas, especialmente de bellotas y hayucos. Durante la abundancia del otoño, dedican gran parte del tiempo a consumir estas y otras semillas, aumentando de peso para poder pasar el invierno. También realizan despensas en huecos de árboles que llenan con la comida que pueden encontrar.

Hembra de lirón gris con crías en una caja nido para esta especie

Otra característica que comparten, es que mantienen una forma de vida nocturna y crepuscular, que los hace difíciles de ver, razón por la cual pasan inadvertidos para el público general, e incluso son desconocidos para muchas personas. Su pequeño tamaño y sus hábitos nocturnos dificultan también los estudios con estas especies, por lo que la información que tenemos de ellos es escasa, desconociendo incluso los límites actuales de sus áreas de distribución.

Y esto es precisamente lo que nos ocupa en esta entrada de nuestro blog; la presencia inesperada de una especie no citada antes en el valle de Aranguren: el lirón gris. Los estudios de presencia disponibles para esta especie, no lo citaban en esta localidad, aunque sí había datos históricos en lugares no muy lejanos. Esto nos situaría ante la primera cita confirmada de esta especie en el valle de Aranguren.

Tal descubrimiento ha sido posible gracias a la colaboración con el ayuntamiento de Aranguren, que incluyó la colocación de cajas nido específicas para lirón gris, entre muchas otras acciones enfocadas al fomento de la biodiversidad del valle. Hasta donde llega nuestro conocimiento, se trata de la primera actuación realizada en Navarra, cuyo objetivo ha sido la colocación de cajas para lirón gris y que han sido ocupadas con éxito.

De las 6 cajas que se colocaron en 2019, 3 han sido ocupadas durante este verano de 2020. De estas, una ha sido elegida por un macho como lugar de descanso, mientras que las otras dos han sido ocupadas por hembras. Estas dos hembras adultas, cada una en una caja diferente, han dado a luz a camadas de al menos 4 crías cada caso. Las crías se encontraban en diferentes estados de desarrollo, desde pequeñas crías rosadas con el dorso de color gris claro, hasta crías cubiertas de pelo, pero todavía con los ojo cerrados.

Técnico de Aterpeak revisando una caja para lirón gris

Cabe destacar el alto porcentaje de éxito obtenido en este caso, del 50%, hecho que podría explicarse por varios motivos:

  • La existencia de una población de lirón gris en buen estado, aunque desconocida, con varios individuos ocupando las zonas de frondosas aptas en el valle de Aranguren.
  • La existencia de una población más reducida, pero con una falta de huecos naturales. En este caso, la colocación de cajas nido, cubriría esta falta de árboles maduros, con huecos y cavidades disponibles, necesarios para criar. Teniendo en cuenta el diámetro reducido del arbolado en la zona, esta opción parece ser una explicación probable.
  • Una selección acertada de los lugares para colocar las cajas nido, así como unas dimensiones que cumplen con los requerimientos de esta especie. Esta explicación también sería aplicable a cualquiera de los dos casos anteriores.

En cualquiera de los casos, la confirmación de la presencia -y cría- de lirón gris en esta zona, abre toda una serie de posibilidades de investigación y gestión ambiental de alto interés para el futuro.

Este descubrimiento, aumenta el valor ambiental de este rincón del paisaje navarro y pone de manifiesto, una vez más, la singularidad ecológica del valle de Aranguren, situado en una zona de transición entre los climas oceánicos y mediterráneo continental.