Desde el año 2015 se tiene constancia de la polilla del boj en Navarra, concretamente en la zona del Bidasoa. Es en esta zona templada, donde se estableció en un inicio y donde se empezaron a detectarse los primeros síntomas de esta especie invasora. Desde la vía verde del Bidasoa se empezó a ver bojedales defoliados, de aspecto “seco”. Aunque los ejemplares de boj afectados volvían a sacar nuevas hojas, durante el invierno y la primavera siguiente eran nuevamente atacados por miles de orugas verdes de cabeza oscura, que unían varias hojas con filamentos de seda, similar a telas de araña, para pasar al estadio de crisálida, estado anterior al de adulto/mariposa. Eran miles las polillas que se detectaron dentro de los bojedales y empezaron a dispersarse. La dispersión es un elemento integral en la dinámica poblacional y estrategia demográfica de todos los organismos. Un ejemplar adulto es capaz de volar entre 5 y 10 kilómetros.
Después se detectaron los primeros ejemplares en la cuenca de pamplona, principalmente en zonas verdes urbanas y jardines. Enseguida saltaron las alarmas y se empezaron a realizar aplicaciones con bacillus thuringiensis para intentar frenarlo. Pero es en este año 2019, cuando ha habido esta explosión de miles de polillas en nuestros cascos urbanos. Se la ha observado posada con las alas bien abiertas en paredes de edificios, dentro de arboles y plantas ornamentales de los jardines y revoloteando a las noches alrededor de farolas y puntos de luz.
La aparición de especies exóticas principalmente tiene su origen en las actividades humanas. La globalización actual facilita el movimiento y la introducción de especies exóticas. Han conseguido traspasar grandes distancias, barreras climáticas (cambio climático) y barreras geográficas naturales que durante millones de años han delimitado el movimiento de muchas especies. Esta mariposa es originaria del este de Asia.
Estación de Doneztebe-Santesteban MAN. Altitud 125 m.
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AÑO | Nº de días tº <0ºC | Tº Mínima Máxima durante el invierno (ºC) |
2015 | 3 | – 2ºC |
2016 | 22 | – 6ºC |
2017 | 10 | – 5ºC |
2018 | 5 | – 3ºC |
Estación de Pamplona MAN. Altitud 455 m.
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AÑO | Nº de días tº <0ºC | Tº Mínima Máxima durante el invierno (ºC) |
2015 | 5 | – 1.8ºC |
2016 | 17 | – 4.4ºC |
2017 | 19 | – 2.4ºC |
2018 | 4 | – 1.3ºC |
Si revisamos las dos tablas (número de días con temperatura inferior a cero grados y temperatura mínima máxima durante el invierno (octubre-marzo)), en la zona del Bidasoa (Estación de Doneztebe-Santesteban) se observa que durante el invierno de 2015 únicamente 3 días la temperatura fue inferior a 0ºC, cuya temperatura mínima máxima alcanzó los -2ºC. Fue durante el 2015 cuando se detectaron por primera vez. En la comarca de Pamplona, aunque la polilla se detectó antes, es durante este año 2019 cuando hemos tenido estas explosiones demográficas, coincidiendo también con un invierno más templado (Estación de Pamplona MAN). Es posible, que los inviernos más cálidos, consecuencia del marco de cambio climático en el que estamos, beneficien al establecimiento y a la dispersión de especies invasoras, siempre y cuando consideremos las temperaturas como barrera climática para la dispersión de esta especie no nativa.
En la actualidad, la situación de la polilla del boj es de explosión demográfica, en la que la presión por parte de depredadores como aves (Urracas, gorriones comunes, carboneros y herrerillos –ver vídeo – https://www.youtube.com/watch?v=vR7gC61cRpU) y otros insectos como himenópteros son incapaces de disminuir las poblaciones a niveles más bajos por la gran cantidad de mariposas. Las aplicaciones en los bojes con bacillus thuringiensis en zonas verdes urbanas y ajardinadas son insuficientes para frenar su dispersión, ya que dentro de la cuenca de pamplona nos encontramos dentro de la serie de vegetación de los robledales de roble peloso, donde el boj es la especie de arbusto dominante, al igual que la serie de vegetación que domina la zona del Bidasoa, grupo de los robledales de roble pedunculado, fresnedas y bosques mixtos.
Si no se siguen estrategias y planes de gestión de control y erradicación, cabe esperar que sea la misma especie quien se regule a sí misma, debido a la falta de alimento para mantener a toda la población (se alimenta de especies del género Buxus spp.). Esto supondría la pérdida de la mayoría de nuestros bojedales, patrimonio natural de todos y todas.